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TODOS VUELVEN…
Gino Winter Regresando a mi tierra (Lima -Perú), llegué al Aeropuerto de Newark con tiempo suficiente para minimizar el fastidio de esperas y revisiones antes de subir al avión. Pasé por todas las salidas donde gente de lo más ordenada y silenciosa se disponía a partir… hasta que llegué al último counter, destinado a los vuelos New Jersey – Lima, donde una montonera de peruvian people pugnaba por subir al avión sin importarle que aún faltaban más de dos horas para el despegue, empujaban, gritaban, peleaban, parecía que querían tomar el aeropuerto… Por más se les explicaba la mecánica de abordaje, manan canchu, no se oye padre… Yo estaba cómodamente sentado…
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COCINAR CON FUEGO NOS HUMANIZÓ
Gustavo Costa von Buchwald Para los antiguos griegos, la forma humana venía moldeada de barro por los dioses. Ahora, en el siglo XXI, sabemos que nuestros cuerpos fueron moldeados por procesos naturales que Charles Darwin llamó selección natural de las especies. Fósiles de millones de años encontrados en África muestran nuestro parecido con esas especies que hoy ya están desaparecidas. El récord de fósiles demuestra que antes de nuestros ancestros había simios no humanos caminado erectos, los australopithecus. Su tamaño y cerebro eran algo más grandes que los del chimpancé, trepaban árboles, su vientre y músculos eran de un simio. Si bien los australopithecus se extinguieron hace…
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FELICIDADES SIN CONDICIONES
Gonzalo Peltzer Ya pasaron las fiestas de fin de año y también una de las manías argentinas, que es como un sello de nuestra cultura colectiva: los que saludan diciendo “si no nos vemos, feliz Navidad” o “si no nos vemos, felices fiestas” o “si no nos vemos, feliz Año Nuevo” o la fórmula que sea, pero siempre con el preámbulo “si no nos vemos”. Los que saludan así –y esto es lo más argentino que hay– se ponen como personaje principal de la felicitación y la condicionan de tal modo que haría pensar a los saludados que si se llegaran a ver antes de que se…
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EL NIÑO DE JUNTO AL CIELO
Enrique Congrains Martin Por alguna desconocida razón, Esteban había llegado al lugar exacto, precisamente al único lugar… Pero ¿no sería, más bien, que “aquello” había venido hacia él? Bajó la vista y volvió a mirar. Sí, ahí seguía el billete anaranjado, junto a sus pies, junto a su vida. ¿Por qué, por qué él? Su madre se había encogido de hombros al pedirle, él, autorización para conocer la ciudad, pero después le advirtió que tuviera cuidado con los carros y con las gentes. Había descendido desde el cerro hasta la carretera y, a los pocos pasos, divisó “aquello” junto al sendero que corría paralelamente a…
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UN TRISTE ALMUERZO LATINO EN USA…
Gino Winter Acababa de salir de una fabricucha de cuarta en el barrio de Kearny, New Jersey, en uso de mi break o refrigerio de media hora. Me dolia todo el cuerpo, pero más me dolía mi dignidad y mi amor propio, ya que luego de años de estudios y un currículum gerencial respetable, había tenido que aceptar —por necesidad— un trabajo de asistente de gerencia en una fábrica de productos plásticos para automóviles. Una renuncia intempestiva de los cuñados chinos del gringo dueño de la fábrica, quienes operaban su almacén, hizo que tengamos que remangarnos las mangas de la camisa y hacer las de estibador durante horas y…