CRECIMIENTO PERSONAL

RESPIRAR, SENTIR Y DECIDIR

 

 

Agustín García Andrade

 

Con la experiencia llegué a darme cuenta que al momento de tomar decisiones el cuerpo suele darme un mensaje, una sensación física, que me ofrece una señal sobre el tipo de experiencia al que me lleva esa decisión. La respuesta a esa idea. Es decir, si me sentiré bien; o habrá dolor o incomodidad. Así podemos comenzar a profundizar en el discernimiento entre nuestras decisiones reales y los caprichos del ego; teniendo en cuenta además que ambas influyen en el entorno y quienes nos rodean.

 

Y es que cuando nos cansamos de tropezar con la misma piedra, llegamos a la conclusión de que el sacrificio no es un camino amoroso. Generalmente los caprichos del ego buscan tapar con satisfacción rápida, una sensación de falta o carencia interna que no puede llenarse con cosas del afuera, y que por lo tanto requiere buscar adentro e ir más despacio. Las decisiones reales me conectan con la abundancia y podemos identificarlas porque al pensar en eso nos sentimos relajados, en paz. La elección es nuestra porque el Universo no se opone a nada, y la responsabilidad de hacernos cargo nos toca a nosotros.

 

También aprendí que a veces la prisa, hace que tomemos decisiones que luego no nos favorecen. Por ejemplo, durante un momento de tensión, miedo o enojo, podemos dar un discurso lastimoso, actuar desesperadamente o generar negatividad. Y en ese caso es mejor primero respirar e integrar lo que sucede.

 

Igualmente no siempre se trata de qué hacemos o decimos, sino del cómo. O de qué punto de vista estamos sosteniendo sobre una persona o situación.

 

Creo que una vez que abrimos espacio a la conciencia en nuestra experiencia, ya no sirve hacernos los dormidos. Entonces tomémonos un instante, o dos, o tres, para respirar y sentir. Y si es necesario elegir de nuevo para quedarnos con lo que se alinea con el bienestar. Si lo permitimos, al serenar mente y emociones podemos entrar en contacto con la intuición, ser creativos y reconocer aquello a lo que el alma nos invita para seguir evolucionando.

 

Fuente: http://www.inspirulina.com/

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

+ 38 = 48