LITERATURA

SENTIMIENTO LATINO

 

 

Gino Winter

 

Cuando cursaba el primer año de secundaria en la gloriosa Labarthe High School, Rich Victory distrit, mi profesor de Historia Universal, “Neolítico” Llerena, me encargó hacer una monografía sobre los orígenes de Roma. Luego de leer las sinopsis de Tito Livio y Dionisio de Halicarnaso sobre Eneas, su hijo Ascanio, la ciudad de Alba Longa y su rey Numitor, los gemelos Rómulo y Remo, abandonados en el Tiber y amamantados por una loba, y el Rapto de las Sabinas (754 AC), terminé siendo todo uncognoscitore en el tema de la ciudad de las siete colinas, a tal punto que aún recuerdo las dos dinastías que le dieron origen: La dinastía Latina conformada por Rómulo, Numa Pompilio, Tulio Hostilio y Anco Marcio y la dinastía Etrusca cuyos Reges fueron: Tarquino El Antiguo, Servio Tulio y Tarquino El Soberbio.

Después de presentar mi asignación y asegurar una excelente nota que caía a pelo para mi matricula condicional, en mi inocencia infantil, me sentí orgulloso al recordar que mis bisabuelos maternos, nacieron en esa hermosa tierra de grandes conquistadores, políticos, artistas y humanistas eminentes cuyas reglas aun son cánones para la humanidad y su idioma sigue acariciando nuestros oídos,… ni que decir de su música y arte culinario,… cosa piu grande piccolo!Como diría el cubano Leopoldo Fernández Tres Patines (con libretos de Carlos Vispo, para ser justos). Románticamente me sentí un perfecto latino, a pesar de mi padre sajón pues, pensé, Germanía también formó parte de este gran imperio, así que de allí en adelante sería un Latinazo, nombrado en mi imaginación por SPQR (Senatus Populus Que Romanus)… 

Por supuesto que después me enteré que todos en el Perú éramos Latinos, aunque nadie me explicaba el porqué; igual seguí sacando pecho orgullosísimo… No se dónde se jodió la cosa, ni cuándo, pues desde que llegué a New Jersey lo único que escucho es “no vayas por allá que hay muchos latinos”, “me mudé de allí porque había muchos latinos”, “este barrio era lindo, pero lo han fregado los latinos”, “que tal bulla, allí deben de vivir latinos”, “mi hija está loca… se quiere casar con un latino” “habla sólo en Inglés para que no sepan que eres latino”, “felizmente no pareces latino”… etc.
Pero lo peor de todo es… ¡que me lo dicen los propios latinos! Y lo dicen muy seriamente, con convicción musulmana y hasta sazonándolo con algunos adjetivos no aptos para mis delicados oídos; y así como los que más cholean son los cholos (con las disculpas del caso a mis dilectos e ínclitos amigos brownies quienes siempre se encabronan cuando les toco el tema), acá los latinos “latinean” y en “su” Inglés, creyendo ingenuamente que así los gringos asumirán que son de su clan a pesar de la cara de hechicero Maya que se llevarán hasta la tumba. ¡Qué manera imperdonable de negar sus raíces, aprendan del Black Power, men!

Un día visité a una amiga norteamericana, pero nacida hace ya algunos añitos saltando un recodo del río Ucayali, en un poblado off road de nuestra Selva peruana, el cual ahora cuenta con agua potable. Le pregunté por que razón me hablaba tan despectivamente de los latinos si tanto ella como este pechito siempre fuimos flor de latinos y, en perfecto Spanglish pero sin perder su musicalidad charapa me dio la clave del asunto para resumir y enfocar el tema desde su punto de vista común a las mayorías latinas de por aquí: Resulta que cuando por estos lares dicen “latinos” se refieren a personas hispano parlantes que nunca tuvieron “nada” en su país de origen y al llegar acá cualquier “poco” que consiguen les parece mucho, así es que se dedican a celebrar de la forma en que se lo permite su escaso nivel socio-mental-cultural y su desaforada cultura etílica, no respetan las normas, miccionan al aire libre, evitan en lo posible el molesto “baño semanal francés”, mastican con la boca abierta, andan en auto como si llevaran una discoteca adentro, hablan vociferando, arman trifulcas con muertos y heridos de consideración y tienen como slogan mental “matanga dijo la changa” es decir (para quienes no ven El Chavo del Ocho) aprovecha todo lo que puedas agarrar que es gratis, un equivalente al “agarra Aguirre” o al “perro muerto” criollo. En otras palabras, gente indeseable en la cual no se puede confiar y se debe a toda costa evitar, salvo para que te corten el jardín y tareas similares… sorry. ¡Qué tal Shell!

¿Y porqué latinos?, ¿porqué justos pagamos por pecadores?, en todo caso serian “latinuchos” o “latinichos” que es como se construyen los despectivos según el mata-burros de la Real Academia Española, si no qué somos nosotros, los decentes ¿velula? No sé si fue la leche de loba que bebieron los gemelos —porque al final el Caín de Rómulo terminó matando a Remo y lupa también se les decía a las putas— o la sangre de los bárbaros visigodos, o la mezcla sarracena o acaso el mestizaje con los autóctonos habitantes de nuestras tierras, fuera genéticamente inadecuado, no sé cuál sea la razón para que el latino hispano-americano sea así o sea percibido así, la cosa es que aquí estamos “así” de estigmatizados. Mi piel desteñida, mis ojitos inmaduros y mis modales casi decentes (a cocachos aprendí) me convierten en algo así como un “latino encubierto” que puede caminar entre la masa gringa “sin despertar sospechas” mientras no abra la boca y el Inglés británico se empiece a engalanar con las aterciopeladas tonalidades del idioma de Castilla, no me refiero a Ramón, quien también lo hablaba, ni a los frejolitos musicales bicolor, sino a la cuna de la reina Chabela la Católica, quien por satisfacer los caprichos viajeros de su amante genovés Cristóbal, el que se colaba a cuanta reunión podía (Colón), empeñó sus joyas y empezó toda esta vaina… ahora eso del empeño habría que revisarlo pues la tía tenia un huevo de plata, que no era el de su marido Don Fernando de Aragón, precisamente.

Para una persona sin calle y sin libros puede ser muy chocante ver como la amplia sonrisa de recibimiento (tipo The Osmond Family) que te dan pensando que eres anglo, se transforma en una cicatriz cuando empiezas a hablar en el idioma del Manco de Lepanto… Aquí hay franceses, italianos, rumanos y similares y a nadie se le ocurre llamarlos latinos a pesar de que lo son tan igual o más que nosotros los hispanoamericanos. Los muchos años que tengo visitando este país me permiten afirmar que los yankies no son nada del otro mundo, pueden ser tan inteligentes o tan brutos como lo puede ser un latino, la diferencia está en que, al parecer, Coco Washington y su gente hicieron las cosas bien desde el comienzo y la gran mayoría de gringos, desde el más inteligente hasta el más bestia se han puesto de acuerdo para respetar las reglas, cumplir con su palabra, facilitar las cosas y terminar todo lo que emprenden, casi lo contrario a lo acostumbrado por los que-te-jedi (aquí hasta me sonrojo)… Estamos “marcados” y lo seguimos estando a pesar de los Estefan, del finado Mr. Roberto Goyzueta (Presidente de The Coca Cola Company), de Pelé Pepsico, del Dr. Hernán Huertas; para los gringos solo somos “latinos” todos revueltos en un mismo saco, y así también me llueve sobre mojado, así les jure que en mi barrio me decían “gringo”.

Pero la venganza es dulce y es un plato que se come frío, así que sólo nos queda esperar: hoy somos alrededor del 15% de la población USAna y hasta prácticamente hemos decidido una votación presidencial. 
Con la cada vez mayor aversión de los gringos por formar una familia versus la vocación casi opusdeica de los latinos por llenarse de hijos, no van a pasar muchos años para que seamos mayoría, volvamos a este país oficialmente bilingüe, con un presidente latino y un congreso con mayoría latina… aunque, pensándolo bien… quizás a partir de ese momento no lleguemos a contar ni cincuenta años (como los apristas) para que este poderoso país se vaya de puntitas a la re1000pdsm…

 

Fuente: https://cronicasilegales.blogspot.com

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