REFLEXIONES

LA VIDA NO ES EN LINEA RECTA, SINO EN RED

 

 

Candela Troisi

 

Estoy sentada en la ventana del bar y me maravillo a cada minuto mirando cómo las personas nos mimetizamos en grupos, manadas, cardúmenes, tríos, duetos y cuartetos. Supongo que cuando pasas mucho tiempo con alguien, lo conoces a fondo y compartes horas o hasta una vida, llega un punto que te igualas de muchas maneras, y al mismo tiempo, en un principio te has acercado a ese otro porque desde el comienzo ya había algunos puntos íntimos de conexión.

 

Veo pasar un perrito amarillo, redondo, peludo, igualito que su dueño de rizos enmarañados, los dos van con el mismo andar derrotado y se nota que les pesan de igual manera los pies.

 

Después pasa una pareja de personas mayores del brazo, ella con bastón y él con infinita paciencia caminando a paso pausado, coordinando exactamente las mismas pisadas, ejerciendo exactamente la misma fuerza muscular en sus talones, en sus pantorrillas y en su torso, para no ni ir un milímetro a destiempo. Sigo observándolos y noto que van vestidos con los mismos colores y los mismos tejidos pero en capicúa, ella pantalón azul y camiseta beige y él igual pero al revés.

 

Veo en la esquina un grupo de jóvenes en el cajero automático, bailan con una jarra de sangría en la mano mientras esperan su turno de sacar dinero. Todos llevan el pelo salvaje, en punta, y van vestidos con chaquetas de colores muy vivos.

 

Solo una prueba más de que la vida no es una línea recta. Es expansiva, de que es como una red que se entreteje compuesta de personajes  que se relacionan, y esa relación puede ser tan intensa que hasta comparten su identidad.

 

Nos quejamos de nuestros amigos, de nuestra familia, de nuestros compañeros de trabajo. Pero en el fondo, y a veces no tan en el fondo sino de manera bastante evidente, tenemos demasiados puntos de conexión con ellos. Lo que a mí me molesta de los demás, sobre todo de las personas que constituyen mi entorno directo, es algo que no tengo del todo solucionado en mí, pero yo creo que sí, que lo tengo superado, entonces no dejo de verlo afuera una y otra vez, y me indigno, y al día siguiente más y más. Pero sigo teniendo un vínculo muy fuerte con aquel que me muestra clara y continuamente las cosas que todavía no he sido capaz de enfrentar.

 

Fuente: http://www.inspirulina.com/

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