REFLEXIONES

ARCHIVA TUS ÉXITOS

 

 

Eli Bravo

 

No hay que ser un genio para saberlo: en el camino del éxito tropezamos con varios fracasos. La vida es así, no hay otra forma; de la misma manera que en el amor nos topamos con el dolor o la salud se afecta en ocasiones por la enfermedad, todo proyecto transita por momentos de fluidez y turbulencia. De las situaciones difíciles surge la verdadera sabiduría, pero enfocarse únicamente en los fracasos es una receta para el desconsuelo. Aprender de las caídas está muy bien, pero dejarlas atrás es mucho más importante.

En la vida de toda persona exitosa hay un historial que es su principal recurso: los éxitos anteriores. Grandes o pequeños, esos éxitos son el tesoro y la gasolina para seguir adelante. Y como buen tesoro, hay que apreciarlos y valorarlos.

Susan Collins Ford, autora del libro “La dicha del éxito” asegura que lo primero que debemos hacer para potenciar nuestra actitud exitosa es aprender a archivar nuestros éxitos. ¿A qué se refiere? A cultivar el recuerdo de las experiencias exitosas del pasado, no para dormir en los laureles, sino para mantener la automotivación, la autoestima y los recursos emocionales al máximo nivel. “Los éxitos del pasado te dan la confianza para obtener éxitos futuros” dice Susan “Y los grandes éxitos son el resultado de muchos pequeños éxitos”. Esto es algo para tener siempre en cuenta: los pequeños logros son el fundamento de los grandes triunfos.

Susan usa un juego de palabras para ilustrar esta idea. Success-filling y Successful . En inglés, success significa éxito y filling quiere decir archivar. Por otro lado la terminación ful se refiere a aquello que está lleno, completo o realizado. Así, el Success-filling (archivar los éxitos) conducen a una persona a ser Successful (exitosa).

Esto es más que un juego de palabras. Tras estudiar a cientos de personas de éxito comprobado, Susan encontró que todas ellas compartían algo en común: no olvidaban sus triunfos y sabían destilar de allí los aprendizajes y el entusiasmo para seguir adelante. De nuevo, no para regodearse en glorias pasadas (esto conduce a la nostalgia o la repetición de fórmulas) sino para reforzar sus capacidades y salir adelante ante los retos del presente… que siempre aparecen.

Tuve la oportunidad de conocer a Susan Collins Ford en una charla que dio en el colegio de mis hijas. Una de las recomendaciones que nos dio a los padres para apoyar la actitud exitosa de los hijos es recordarle a nuestros pequeños las ocasiones cuando han sido exitosos y conversar con ellos sobre las cosas que hicieron para lograrlo. Más allá que decirles “¡muy bien!” hay que analizar con ellos los pasos que condujeron al buen resultado. Esto les ayudará a ver sus potenciales de una manera más clara y les ayudará a crear su archivo de éxitos.

Otra de sus recomendaciones es convertirnos en co-soñadores de sus sueños. Ser un apoyo entusiasta que le inyecte más energía a su torrente de inteligencia, pasión y curiosidad. Susan marcó la diferencia entre ser co-soñadores de nuestros hijos y vivir nuestros sueños a través de los hijos. En el primer caso les damos la oportunidad de que se realicen como seres humanos. En el segundo los utilizamos para satisfacer nuestras propias necesidades. Seguramente conocerás muchos casos de padres que viven a través de sus hijos lo que no pudieron lograr en su momento.

Recuerda archivar tus éxitos, porque seguramente son muchos. Y no pienses en el éxito en términos absolutos o como nos lo suele vender la publicidad y los medios de comunicación. En realidad el éxito es algo más sencillo, directo y real: es trabajar nuestro propósito de vida para que se convierta en una experiencia que podemos disfrutar en el presente. ¿No es algo fabuloso?

 

Fuente: http://elibravo.com/

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