REFLEXIONES

PORQUE SE ABANDONAN LAS METAS

 

 

Alejandro Arroyo Carbonell

 

¿Has estado dándole vueltas a la cabeza para lograr nuevos propósitos y luego ni siquiera los has comenzado?

 

¿Has iniciado algún proyecto con mucha ilusión y has acabado abandonándolo al poco tiempo?

 

La cruda realidad es que esto le ocurre a casi todas las personas y por un sinfín de motivos terminan sin conseguir sus metas.

 

Uno de los mejores ejemplos de ello, lo tienes en los objetivos o propósitos que nos marcamos para comenzar el año, ya que el 90% de las personas no los cumplen.

 

Aunque existen numerosas razones y cada individuo se mueve en su universo particular, hoy voy a explicarte los 3 motivos principales del porque se abandonan las metas y que provienen de una falta de planificación.

 

Son errores que yo cometí en mi juventud y que también compruebo a diario cuando mis clientes me cuentan sus pasadas experiencias de fracasos tanto personales, como profesionales:

 

MOTIVOS POR LOS QUE SE ABANDONAN LAS METAS

 

1- Confundir el deseo o sueño con una meta

 

Afirmar lo que nos gusta o deseamos es una cosa y otra muy distinta tener el objetivo y un plan específico para lograrlo. La mayoría de personas se quedan sólo con sus deseos en mente y al no poder visualizar el plan de ruta para llegar hasta ellos, tarde o temprano acaban abandonándolos.

 

Si te has marcado una meta en un momento de euforia vinculándola a un deseo, pero no has realizado reflexión y análisis con una estrategia, seguirá siendo sólo un deseo.

 

El deseo es el primer paso para el logro de toda meta, por ello, si tu deseo es muy poderoso y logras mantenerlo en mente creando imágenes muy nítidas de lo que quieres lograr, el siguiente paso es crear un plan de acción que te pueda conducir hasta él. Toda meta debe estar planificada con la correcta estrategia, fijando tareas concretas y fechas límite tanto de inicio como de cumplimiento.

 

2- Carencia de una meta realista

 

Que tu meta sea realista es uno de los 5 ingredientes básicos para fijarla en lo que llamamos metas smart o método inteligente para establecerlas.

 

En muchas ocasiones nos fijamos metas en momentos de exaltación emocional, en la que no existe un juicio realista y en el que nos dejamos llevar por la fantasía. En ese instante dejamos volar nuestra imaginación, pero al regresar a nuestro estado natural, nos damos cuenta que el tiempo que nos hemos fijado para lograrla no es el adecuado, que carecemos de los conocimientos o habilidades para realizar las acciones que se requiere o que realmente no nos creemos que podamos alcanzarla.

 

Nadie más que tú mismo decide si algo es posible o imposible para ti, pero te aseguro que a no ser que seas un genio, las personas realizamos avances de forma gradual y no con saltos cuánticos. Analiza que logros y adelantos conseguiste el año pasado o el anterior y fíjate un escalón o dos más. Esta es la mejor forma de adaptarte mentalmente al nuevo reto creyendo que puedes lograrlo, ya que sólo deberás avanzar un poco respecto a lo que ya te has demostrado que eres capaz de hacer.

 

3- Falta de motivación auténtica

 

Todos podemos estar motivados durante pocos días, algunos durante meses y muy pocas personas lo logran permanentemente. Esta es para mí la razón fundamental del porque son una minoría los que alcanzan el éxito en cualquier área de la vida.

 

La gran mayoría de personas carece de persistencia. Esta es una virtud o habilidad que puede entrenarse y de igual manera por falta de uso acaba atrofiándose. Tu fuerza de voluntad es el motor que te impulsa en los momentos de debilidad, de frustración o de cansancio. En esos instantes, mientras que las masas tiran la toalla y abandonan sus metas, el ganador sigue persistiendo hasta lograr el triunfo.

 

¿Sabes cuál es la diferencia? Que la persona realmente motivada persiste porque tiene muy claro cuál es la recompensa que va a obtener, sabe porque está pagando el precio de su esfuerzo.

 

Si antes de iniciar el camino a cualquier meta, te tomas un tiempo para evaluar qué beneficios obtendrás cuando la logres y vives conforme a ello, ese es un combustible que te impulsará sin desfallecer.

 

En mi programa de metas, es uno de los aspectos en los que más insisto a mis clientes, te puede parecer muy extremo, pero si no son capaces de definir al menos 10 beneficios les digo que esa meta no les motiva realmente y que a la mínima dificultad acabarán dando la vuelta.

 

Cuanto mayor sea el premio a lograr, mayor motivación y persistencia tendrás. La fuerza interior que cada ser humano lleva implícita, es ilimitada cuando tiene totalmente definido qué desea, el por qué lo desea y lo que está dispuesto a entregar a cambio.

 

Fuente: http://lasleyesdelexito.es/

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