PNL

EL SENTIDO DE LAS PALABRAS

 

 

Nelson Powell

 

El buen uso de la semántica general en nuestro día a día nos puede ayudar a impedir que, por culpa del lenguaje, caigamos en la trampa de lo afectivo y actuemos de cualquier forma.

En un primer momento la palabra designa a la cosa, le dota de vida al identificarla con una palabra. Poco a poco, estas palabras pasarán a formar parte del lenguaje que ordenará nuestro inconsciente, que ordenará nuestra vida. Las palabras tienen en cada individuo una historia propia y eso hay que tenerlo en cuenta cuando se establece una comunicación con otro individuo. Al intentar buscar las equivalencias entre los imaginarios de ambos aparecen las premisas de incomunicabilidad y dictadura del lenguaje. El lenguaje está lleno de connotaciones.

La semántica general se sitúa entre la gramática, la lógica y la semántica en su acepción corriente, sin dejar de lado la relación que se establece entre el sistema nervioso y el entorno. Una posible definición es “el estudio del impacto de las palabras sobre nuestro sistema neurológico y de sus consecuencias en nuestra vida cotidiana”. Gracias a la semántica general poseemos una herramienta intelectual de realización que se basa en una mejor comprensión de nuestro entorno por medio del estudio de la relación que establecemos con el sentido que atribuimos a las palabras.

Muchas veces, a la hora de tratar asuntos, el hombre fracasa por lo inadecuado del lenguaje para tratarlos. Las representaciones de la realidad que nos aportan nuestros mapas verbales son en muchas ocasiones inexactas y esto hace que no podamos ni conocer la realidad ni prever los acontecimientos. Esto se produce porque cada cierto tiempo los mapamundis hay que reactualizarlos y no que se queden anclados en nuestro sistema de creencias. También influye en esto el hecho de que la estructura similar de los hechos de los que se pretende dar cuenta no es similar a la de nuestro lenguaje.

En muchas ocasiones se produce una confusión entre la palabra y la cosa que trae consigo reacciones desastrosas en la comunicación con uno mismo, con los demás y con el entorno. El conjunto de estas identificaciones produce una ruptura con la realidad que puede impedir que nuestro sentido común realice su propio descubrimiento, que creemos procesos mentales ligados a los del mundo exterior para evitar lo imprevisto.

Cuando el hombre se olvida que la palabra simplemente es un mapa verbal, una proyección de su pensamiento y el tratamiento de sensaciones, ideas… aparecen los problemas. En ese momento considera, de forma equivocada, que el lenguaje es un reflejo de la realidad y no percibe la distancia que hay entre los hechos observados y lo que puede decir a su respecto. El leguaje no puede dar cuenta de los hechos en su totalidad, simplemente permite trazar los mapas verbales. Para que éstos sean fiables y precisos hay que tener en cuenta:

•        los medios puestos en práctica para su establecimiento

•        la amplitud para descifrarlos

•        la capacidad para cuestionarlos

El lenguaje refleja a su usuario. Es lo que se conoce como autorreflexibilidad del lenguaje, siempre, digamos lo que digamos, hablamos de nosotros mismos. Esto concierne a que las palabras lo que hacen es remitir a otras palabras.

 

Fuente: http://www.pnlnet.com/

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