REFLEXIONES

TRABAJAR POR LOGRAR EL PREMIO DE TUS METAS

     

 

Alex Arroyo Carbonell

 

A pesar de la enorme complejidad y diversidad de la raza humana y de todo lo que hemos logrado a través de la evolución, nuestro comportamiento básico te aseguro que en la mayoría de ocasiones resulta muy previsible: todos respondemos a los estímulos primarios de premio y/o castigo.

 

Incluso aunque pueda parecerte que en ocasiones esto no se produce, toda actividad que puedas hacer se reduce a este principio básico, de lograr un beneficio o evitar una pérdida.

 

Cuando es imposible lograr un beneficio sin pasar por la pérdida, dolor o castigo y el beneficio es de alto valor para nosotros, tampoco tenemos ningún reparo en actuar.

 

Te pondré varios ejemplos de ello:

 

Una madre puede pasarse noches enteras sin dormir cuidando de su pequeño si este está enfermo. Aguanta el castigo que le supone a su descanso porque es mucho mayor el premio de ver saludable a su hijo por el amor que le tiene.

 

Otra persona puede hacer huelga de hambre y castigar su cuerpo sin nutrirlo, porque prefiere el premio de la reivindicación de su mensaje por el cual pasa privaciones.

 

Lo que quiero mostrarte es que siempre estamos dispuestos a sufrir el castigo si el premio merece la recompensa. Por ello es tan importante que cuando perseguimos metas tengamos muy claro cuáles son los beneficios que obtendremos una vez logradas.

 

Este es el factor principal que impide a las personas tomar acción y trabajar duro por lo que desean. El castigo lo ven evidente, pero rara vez tienen claro el premio por el cual se esfuerzan.

 

Otra cuestión que te hará plantearte tu conducta es que la inmensa mayoría de personas están dispuestas a trabajar más duro por mantener lo que tienen, que por lograr las cosas que no tienen y desean. Te parecerá absurdo pero así es.

 

Casi todos están más enfocados en el miedo a la pérdida que en el deseo de ganar y esta es una de las razones fundamentales por las que no logran grandes metas. Piensan en pequeño y pequeños son sus resultados.

 

En muchas ocasiones los individuos se han esforzado duramente por conseguir sus metas y si no han podido lograr los resultados que deseaban han experimentado todo tipo de bajones emocionales y cuando de nuevo se plantean retos importantes su mente suele conectarlos rápidamente con esos sentimientos, con lo que resulta muy difícil volver a motivarse y mucho menos tomar acción.

 

Si te estás planteando afrontar nuevos retos en tu vida, pero observas que tus emociones no son las más adecuadas -y debes saber que todas aquellas que no sean de bienestar, no lo son-, podrás modificar tu estado emocional al instante y observar las cosas desde distinta perspectiva si realizas estas prácticas que te recomiendo, porque personalmente he comprobado que son los 2 sistemas más rápidos y eficaces para hacerlo:

 

1- Piensa en algo que te haga feliz. No importa que no tenga nada que ver con las metas en las que has estado pensando, pero cuando pones tu foco de atención en cosas que te aportan bienestar, también tu estado emocional cambiará a la velocidad de la luz, en la medida que más te guste lo que piensas.

 

Trata de verte en esa situación que tanto te satisface y conéctate por tanto tiempo como seas capaz. Cuanto más dures en ese estado mayor beneficio obtendrás.

 

2- Muévete. Pon tu cuerpo en actividad, ya sea que cantes, bailes, corras, saltes o cualquier otras cosa que sirva para ejercitar tu organismo. El ponerte en acción física te saca de ese estado de bajón emocional y posteriormente podrás pensar también con mayor claridad. Por el contrario, son muchas las personas que cuando sus emociones son negativas, castigan su cuerpo con adicciones que lo único que hacen es agravar su estado.

 

Fuente: http://lasleyesdelexito.es/

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

47 − 46 =