REFLEXIONES

SÍ, DARSE CUENTA

 

 

Maytte Sepúlveda

 

Estoy segura que tú también has experimentado ese momento mágico, en el que pareciera que una persona invisible nos abre la cortina gruesa que no nos impide ver una situación tal y como es realmente, o reconocer nuestro comportamiento y actitud como la causa de la dificultad que enfrentamos.

 

Por solo unos instantes, que parecen eternos, tenemos la claridad que necesitábamos, lo entendemos todo y hasta alcanzamos a concluir que es lo que deberíamos cambiar en nuestro estilo de vivir y de ver la vida, para afrontarlo y poder construir la vida que deseamos. A veces, es el comentario que nos hace otra persona lo que despierta este estado de conciencia y presencia atenta en nosotros, e inexplicablemente se abren las compuertas internas, permitiendo que ocurra la conexión entre nuestra esencia y la personalidad, dándonos una visión que va mas allá de lo aprendido, que nos aclara, nos recuerda, nos inspira y nos compromete con el cambio personal que tenemos que realizar.

 

Pero, que es lo que generalmente ocurre solo unos minutos o un par de horas después de haber experimentado estos minutos de iluminación… Nos dejamos atrapar y confundir de nuevo por lo que ocurre a nuestro alrededor, perdiendo de vista los compromisos que hicimos con nosotros mismos de cambiar, y más tarde, volvemos a repetir nuestro comportamiento sintiéndonos justificados al hacerlo, en el comportamiento y la actitud que tienes los demás.

 

Cuando recibas el regalo de experimentar un pequeño momento de iluminación… Vívelo, no lo analices con la mente, compréndelo con el corazón, siéntete suficientemente humilde, para que puedas reconocerte como la causa que pudiera transformar tu vida y cuando termine… En lugar de volver a sumergirte en las tareas diarias, escribe o graba lo que sentiste, lo que descubriste, o más bien, cuéntaselo a esa persona especial que sabes que quiere tu felicidad y que en lugar de decirte: es lo mismo que yo te había dicho… Te escuche con respeto y te apoye a conseguirlo.

 

Muchas veces necesitamos a una persona especial que nos recuerde con suavidad nuestros compromisos esenciales, para no perderlos de vista en la velocidad y la superficialidad con la que vivimos.

 

Somos un Ser espiritual tratando de tener una experiencia humana, no un ser humano tratando de tener una experiencia espiritua.l

 

Fuente: http://maytteblog.com/

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