REFLEXIONES

EL ESLABÓN MÁS DÉBIL DE LA CADENA

Ricardo Ros

Vivir la vida es algo muy sencillo. Madurar no es complicado. Relacionarnos es simple. Reproducirse es lo más fácil del mundo. Los animales y las plantas lo hacen automáticamente, están programados para ello. No se complican. Sólo los seres humanos convertimos lo fácil en complejo. Somos seres con la capacidad de elección, somos libres. La libertad nos permite equivocarnos.

Todos sabemos que la resistencia de una cadena no está en su eslabón más recio por fuerte que sea, sino en el más débil. La cadena soporta lo que resiste el eslabón más débil, no el más fuerte. Una cadena con 50 eslabones de 20 cms. y uno solo de 5 cms., ¿por dónde se romperá?

¿Cuál es tu eslabón más débil? No es el que tú piensas. Tu eslabón más débil no es tu egoísmo, ni tu soberbia, ni tu orgullo, que los tienes, como todos los seres humanos, y en proporciones gigantescas. Tu eslabón más débil es perder tu libertad, tu capacidad de elección. Es perder lo que te diferencia de los animales. Es el eslabón que cuando se rompe te convierte en animal.

Tener capacidad de elección, ser libre, consiste en conocer, en ser consciente. Un gato está programado por la naturaleza para cazar ratones y aunque no haya visto a sus padres hacerlo, no dudará ni un segundo en poner en marcha su mejor estrategia cazadora. Un manzano está programado para tener manzanas. Sólo los seres humanos pensamos y con nuestro pensamiento podemos cambiar nuestra programación. Eso es lo que nos hace libres. También con el pensamiento podemos dejar de ser libres.

Cada vez que haces algo por inercia, cada vez que te dejas llevar por las circunstancias, cada vez que respondes de forma automática o no eres consciente de las cosas que te ocurren, te alejas del poder que tienes como ser humano y te igualas a los animales. Cada vez que te pierdes en culpas del pasado, cada vez que te adelantas hacia el futuro, cada vez que no eres consciente de tu presente, el eslabón más débil de tu cadena se rompe y pierdes la libertad. Y sin libertad, ¿quién eres?

La Tierra está llena de seres humanos que nacen, crecen, se multiplican y mueren. Como los leones, como los nogales. No se salen de su programación. Cumplen escrupulosamente su misión animal. Hay otros muchos seres humanos que optan por hacer uso de su poder, siendo conscientes de su vida, de sus decisiones. Y lo hacen aún sabiendo que esto tiene un riesgo: se pueden equivocar.

Fuente: http://www.ricardoros.com

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