CRECIMIENTO PERSONAL

EL NIÑO Y EL SABIO

Augusto Cury 

Un día, un niño se paró ante un pensador y le preguntó:

– ¿De qué tamaño es el universo?

Mientras le acariciaba la cabeza, el hombre miró hacia el infinito y respondió:

– El universo tiene el tamaño de tu mundo.

Confuso, el niño indagó otra vez:

– ¿Y de qué tamaño es mi mundo?

Y el pensador le respondió:

– Tiene el tamaño de tus sueños. 

Si tus sueños son pequeños, tu visión será pequeña, tus metas serán limitadas, tus blancos serán diminutos, tu camino será estrecho, tu capacidad de soportar las tormentas será endeble.

Shakespeare dijo que “cuando se divisan nubes, los sabios visten sus mantos”. ¡Sí! La vida tiene inevitables tempestades. Cuando sobrevienen, los sabios preparan sus mantos invisibles: protegen su emoción usando su inteligencia como paredes y sus sueños como techo.

Los sueños infunden sentido a la existencia. Si los tuyos son frágiles, tu comida no tendrá sabor, tus primaveras no tendrán flores, tus mañanas no tendrán rocío, tu emoción no tendrá romances. 

Fuente: http://www.eresuniversitario.com

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