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BORGES Y YO
Jorge Luis Borges Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro, acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel; de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico. Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del siglo XVII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson; el otro comparte esas preferencias, pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil;…
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OJOS AFRICANOS
Medardo Ángel Silva Ayer miré unos ojos africanos en una linda empleada de una tienda Eran ojos de noche y de leyenda eran ojos de trágicos arcanos… Eran ojos tan negros, tan gitanos, vagabundos y enfermos, ojos serios que encierran cierto encanto de misterios y cierta caridad con los hermanos… Ayer miré unos ojos de leyenda en una linda empleada de una tienda ojos de huríes, débiles, huraños. Quiero que me devuelva la mirada que tiene su pupila apasionada con el lazo sutil de sus pestañas. Fuente: http://reyeskeyko.blogspot.com
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TORTUGUITAS EN EL PAVIMENTO
Gonzalo Peltzer El título principal de un diario argentino anunciaba que el concejo municipal había prohibido las tortuguitas en las calles de la ciudad. Curioso, me adentré en la noticia a ver qué era eso de prohibir unos animalitos inocentes, inofensivos y simpáticos en la vía pública de todo un valle. Ahí me enteré de que los lugareños llaman tortuguitas a las tachas que pone el municipio en el pavimento para reducir la velocidad de los vehículos. Me dieron ganas de felicitarlos por el progreso intelectual colectivo inmenso que significa darse cuenta de que las tortuguitas, los lomos de burro, vigilantes acostados, chapas muertos, lomadas, túmulos…
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CATATÓNICO
Virgilio Díaz Grullón Encogió los hombros y las piernas apretando los codos contra los costados y cerró los puños adoptando la postura que aprendiera cuando niño de Paulino Uzcudún sintiéndose ahora invulnerable a cualquier ataque viniera de donde viniera ya de un puño disparado ya de una bota agresiva o de las melifluas frases proferidas por esa boca que se abría y cerraba y se movía lateralmente y de abajo hacia arriba frente a él dejando escapar las palabras como insectos asustados a través de la abertura que enmarcaban los labios temblones y que volaban en línea recta hacía el muro impenetrable que había construido con sus…
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NOCTURNO
Ricardo Güiraldes La amenaza había quedado en Roberto como un presagio de desgracia. -Sí, humílleme; pero algún día, si Dios quiere, nos hemos de encontrar cara a cara. Bah, no era el primer caso…, fanfarronadas de paisano. Roberto era hombre de afrontar un peligro, y no hizo caso del consejo: “Mire, patroncito, que es mal bicho”. Volvía del pueblo: dos leguas cortas. La noche era obscura, agujereada de mil estrellas. El caballo galopaba libremente, depositada la confianza del jinete en instinto seguro. A treinta cuadras de las casas los cardos dejan un estrecho espacio; es el mes de noviembre y se alzan, rígidos, mirando al cielo con…