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LA CULEBRILLA
Valeria Tentoni No, nunca, eso nunca, traer hijos al mundo. Cosas para mujeres que aprendieron que los bichitos de luz no queman. Yo no. Pero Felicitas me había pedido por favor, «Por favor, un rato, tengo la fiesta de-». Siempre se está festejando alguna cosa en algún punto del globo. Yo no, apenas una guirnalda de papel crepé en mi cumpleaños, colgando, despareja, de un lado al otro de la ventana (y eso sólo hasta los diez, después nos cansamos todos de los colores trenzados). Mi casa era una reverencia al blanco: no tenía casi nada, un par de sillones heredados de la casa paterna. La que dejamos todos una…
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DOS TIROS
Ana Cerri Mentiras que era loco. La vida fue demasiado para él, pero no nació loco. Eso de no saber cómo defenderse, sin duda lo había afectado, pero no era loco. Cuando Agustín cumplió dieciséis años su padre le regaló una escopeta vieja que tenía la mala costumbre de andar disparándose sola. En realidad, el regalo fue, más que por el cumpleaños, por los ladrones de gallinas que asolaban los nidales peor que las comadrejas. La cuestión es que se la regaló y el muchacho andaba por ahí con su escopeta como en un resplandor. No la dejaba ni a sol ni a sombra y hasta se la llevaba a…
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ELEFANTES
Federico Falco Llegó el circo y armó su carpa en los terrenos del ferrocarril, a un costado de la estación. Tardaron tres días enteros en armarla. Enseguida trazaron un gran círculo sobre la tierra y alisaron el piso, ésa sería la pista. Después acomodaron las casillas y los carromatos y las jaulas con los leones y los tigres alrededor de ese círculo. Bastante alejadas. El segundo día clavaron estacas durante toda la mañana; el pueblo se llenó de ruido a martillazos. Durante la tarde levantaron los mástiles. Muchos hombres asieron una soga gruesa y tiraron, gritando acompasados. Los dirigía un viejo en camiseta. El poste central se alzó hasta ser…
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PERRAS Y SOLDADITOS
Giovanna Rivero Acababa de cumplir nueve años cuando ocurrió lo que voy a contarles. Mi abuela había comprado a Yerka para que inspirara respeto a los soldaditos del Control Político de García Meza. Yerka era grande y peluda, y cuando sonreía, porque les juro que antes de que ocurriera lo que ocurrió, la perra sonreía, mostraba unos colmillos tan blancos que me provocaba envidia, porque aunque yo le daba duro con el kolinos, nunca pude conseguir ese brillo. Después de que Yerka hiciera lo que hizo, mi abuela empezó a envejecer; a veces uno se identifica con los animales más que con las personas, y es posible que mi abuela…
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EL TRAIDOR
Oliverio Coelho 1 Para paliar las altas temperaturas, Dollman duerme en el lavadero de un departamento deshabitado, de día y en periodos de dos o tres horas. Cuando cae la noche, suele recorrer las entrañas del edificio y caminar por la azotea. Es de noche, pero esta vez Dollman no recorre esas arterias laberínticas en busca de restos; fuma en su colchón y observa el techo convencido de que contando manchas acelera el paso del tiempo. No se deja distraer ni siquiera por el zumbido desesperado de las moscas. Escucha del otro lado de la pared el latido mecánico del ascensor. Desde la muerte de su padre, vive en la…