PUENTES
Leo Buscaglia
“Vivir, amar y aprender”
…..Todo comienza con cada uno, y el gran puente que conduce a uno hacia los demàs es el puente hacia uno mismo. Ese es el importante. Si yo crezco, puedo dar mas de mì. Aprendo para poder enseñar màs. Me vuelvo mas conciente y sensible para poder aceptar mejor la sensibilidad y la toma de conciencia de los demas. Y lucho por comprender mi humanidad para poder entender mejor a los demàs como seres humanos. Y vivo en perpetua admiraciòn de la vida para permitir que los demàs tambièn celebren su vida. Lo que hago por mì lo hago por los demàs. Y los demàs hacen por sì mismos, lo hacen por mì, de modo que nunca es algo egoista. Todo lo que he aprendido, se ha aprendido para los que nos rodean.
Debemos dejar el «tu» y optar por el «nosotros». Es el modo mas bello de verse a uno mismo y ayudar a que los demàs se vean a sì mismos. El poder deriva de eso. Por consiguiente, primero los puentes hasta uno mismo, pero no nos detengamos ahì. La pròxima gran brecha es hacia los demàs.
…..
Ya es tiempo de salir, de comenzar a tender puentes hacia los demàs. Ese es el segundo puente. La salvaciòn provendrà del trabajo conjunto con objectivos comunes, no de las actitudes mezquinas. Uno de los descubrimientos màs significativos que he realizado estos ùltimos años es que no siempre debo tener razòn. Asi, uno es libre de tener razòn algunas veces. ¿Quieren saber otra cosa que comprendì? Yo puedo estar en lo cierto, y tambièn los demàs. Las dicotomìas son fenòmenos distanciadores. Averigüemos primero lo que tenemos en comùn. No hay dos de nosotros iguales en la sala, y sin embargo tenemos mucho en comùn, y es preciso comenzar a partir de los rasgos comunes. SI logramos tomar contacto con esto, habremos emprendido la marcha.
…………………
Es imposible que caiga una hoja de un àrbol sin que nos afecte a todos y cada uno de nosotros. No hay lugar donde ocultarse. Todos influimos sobre los demàs. Preciso es, entonces, que comencemos a tender puentes, de lo contrario las grietas seràn tan profundas que jamàs lograremos sortearlas.
Fuente: http://carmenlobo.blogcindario.com