• LITERATURA

    EL NIÑO AL QUE SE LE MURIÓ EL AMIGO

        Ana María Matute   Una mañana se levantó y fue a buscar al amigo, al otro lado de la valla. Pero el amigo no estaba, y, cuando volvió, le dijo la madre:   -El amigo se murió. -Niño, no pienses más en él y busca otros para jugar.   El niño se sentó en el quicio de la puerta, con la cara entre las manos y los codos en las rodillas. «Él volverá», pensó. Porque no podía ser que allí estuviesen las canicas, el camión y la pistola de hojalata, y el reloj aquel que ya no andaba, y el amigo no viniese a buscarlos. Vino la noche,…