• HISTORIAS

    LOS AMIGOS DE LOS MUERTOS

        Gonzalo Peltzer   En América, los muertos están vivos. Les cantamos, les damos de comer y seguimos hablando con ellos, a veces cuando los visitamos en el cementerio y otras desde los periódicos. Sin ninguna vergüenza publicamos en los diarios mensajes que harían sonrojar a una ballena. Animitas les dicen en Chile a las crucecitas que se plantan a la vera de las carreteras para recordar un muerto accidentado en ese lugar de la ruta. Son estrictos cenotafios –tumbas sin muerto– que se repiten en todo el continente con distintos nombres y estilos. En Argentina tienen forma de capillas en miniatura; las de Paraguay son bastante más grandes…