• LITERATURA

    LOS MARTES Y ALICIA

        Carolina Rivas   Alicia pensó esa mañana que no era prudente levantarse. Con las sábanas casi tapándole los ojos respiró su modorra como en día domingo y no martes-media semana por delante. Descolgó el teléfono en un acto de defensa personal y observó un lado de su cara en el espejo, debajo del respaldo de madera, al lado de la torre de libros sobre el velador, medio enceguecida por un rayo de luz que cortaba la habitación en dos. Su cabeza era una pelota de croquet, pequeña y dura en el centro de un green sin límites. Un solo tiro de la Reina de Corazones bastaba para que…