• LITERATURA

    MALABAR

        Nataly Villega Vega   Salgo a cubierta y me recubre una brisa húmeda. Es la del mar de la China, el mar verde oscuro y profundo. Lo observo encendiendo un cigarrillo que sabe pésimo, pero que me recuerda la hora y el día, esas cosas sencillas que en el vaivén terminan por confundírsenos. Amanece y la gente comienza a subir por las escalerillas, los viejos vienen primero, más tarde lo hará el tumulto. Entonces vuelvo a la cabina, me pongo el traje de ensayo y entro al salón vacío. En el escenario está Viktor, ha comenzado los lanzamientos. Me aproximo en silencio, subo a la plataforma y verifico…