• LITERATURA

    ELEGÍA

        Miguel Hernández   Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano.   Alimentando lluvias, caracolas y órganos mi dolor sin instrumento. a las desalentadas amapolas   daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento.   Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado.   No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.   Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie…